jueves, 7 de marzo de 2013

¡Mi hijo no quiere hacer su tarea!

Muchos padres se encuentran en la difícil situación de tener que hacer la tarea con sus hijos y que estos no quieran realizarla o la hagan a regañadientes. La hora de hacer la tarea puede llegar a ser un momento tan frustrante para los padres, que llegan a tal desesperación que han encontrado como único camino el obligar a sus pequeños gritando, castigando, amenazando o incluso golpeándolos con tal de que hagan sus deberes escolares. No pocos padres incluso llegan a sacar conclusiones terribles sobre sus hijos como que "tiene problemas de aprendizaje" o "es que es hiperactivo", colocando una etiqueta sobre ellos que afectará negativamente su desarrollo integral (ayudados algunas veces por sus maestros que se muestran incapaces de sugerir alternativas adecuadas). Si pasas por algo similar con tus hijos, te recomiendo que leas los siguientes tips que te ayudarán a mejorar el momento de hacer la tarea con tus hijos:

-Antes que nada, revisa que te encuentres con la disposición emocional y de actitud para sentarte a hacer con ellos la tarea, la principal causa de los conflictos a la hora de la tarea se dan porque los padres ven en este momento una pesada carga pues deben dejar de hacer lo que están haciendo. De lo contrario, busca ayuda para que te apoyen con tu hijo y no te sigas forzando a una situación que sólo produce que lastimes a tu hijo.

-Fija una hora concreta del día. No lo dejes para cuando te desocupes, o para cuando se termine tu novela. Establece un horario específico todos los días y avísale con tiempo, unos quince minutos, que la hora de hacer tarea está por llegar. Así los preparas psicológicamente para que se despidan de lo que estén haciendo y poco a poco se formen el hábito (a algunos papás nos funciona ponerles cerca una alarma para avisarles que es hora de la tarea).

-Ubica un espacio adecuado. Dale la oportunidad a tu hijo de construir un espacio agradable para que haga su trabajo, una pequeña mesa y una silla en algún rincón de la casa servirá. No tiene que ser algo muy elaborado, pero si permite que el mismo escoja si quiere tener alguna decoración o adorno que le haga sentir mejor, es preferible que sea un lugar apartado de tv o videojuegos, con buena iluminación y que no sea en el comedor o sobre la cama que esos lugares son para comer y dormir. Y si no cuentas con la posibilidad, al menos procura que sea agradable el espacio y no lo pongas a hacer sus tareas, por ejemplo, encima de los platos sucios en el comedor.

-Respeta su ritmo. Dale la oportunidad de hacer pequeñas pausas cada determinado tiempo, (5 minutos cada 25 minutos, y 15 minutos de descanso después de cuatro periodos de trabajo de 25, se conoce como la técnica pomodoro) es buena estrategia, y permitele que camine se estire o se distraiga un poco (no recomiendo tv o videojuegos entre pausas). Esto le ayudará a rendir mejor, ya que hasta para un adulto es complicado mantener periodos de concentración prolongados sin disminuir su rendimiento.

-Haz de la hora de tareas una experiencia agradable. Esta es la parte más complicada, ¿cómo hago para explicar a mi hijo la importancia que tiene para su futuro que sea un buen estudiante?, es prácticamente imposible, un niño no piensa aún en facturas o en crisis económicas, sus intereses son divertirse y conocer sus mundo, por lo que discursos sobre la importancia de "ser alguien en la vida" (?) no tienen ningún efecto sobre sus ganas de hacer tarea. Mejor te invito a que hagas de la experiencia algo agradable para él, hazlo divertido e inventa juegos e historias sobre lo que hace en su tarea (yo con mi hijo por ejemplo juego a que las líneas que hace son espadas y los círculos escudos de su héroe favorito, y que mientras más derechitas las va haciendo más eficaces son para derrotar a los enemigos). Ponle algo de música clásica y sírvela su bebida favorita o un bocadillo por si quiere. Verás que mientras más divertida sea la experiencia, menores serán las resistencias para hacer su tarea.

-Reconoce sus avances y logros. No lo presiones todo el tiempo, no lo regañes si no hace algo como tu lo esperas, recuerda que se encuentra en un proceso y no puede ir al ritmo que quisieras, deja de compararlo con otros niños o con sus hermanos. Mejor reconoce sus esfuerzos, que importa si no lo hace tan bien, pídele que revise su tarea al terminar, y si él está conforme deja que se haga responsable de aprender de los errores, para eso está su maestro, así que por favor ¡no le borres el trabajo que ya realizó!, mejor habla con su maestro para que te apoye en esto, es terrible para un niño que está dando todo de sí y deja de hacer tantas cosas divertidas para hacer su tarea, que lleguen sus padres y arbitrariamente borren lo que lleva. Nada te cuesta al final, darle una pequeña palmada en la espalda de reconocimiento, reconocerle su esfuerzo o regalarle un abrazo que le motive cada vez más.

Por último, no olvides que la tarea es una actividad que proviene de la escuela y tu no eres su maestro, tu tarea como padre es proporcionarle los medios para que se desarrolle académicamente, formarle los hábitos y valores sobre la tarea, y apoyarle cuando no comprenda algo de lo que le han dejado de tarea. Pero no te corresponde a ti estar todo el tiempo sobre él, corrigiendo hasta el más mínimo detalle porque tienes miedo de que vayan a ponerle una mala calificación, es parte de su proceso aprender a hacer sus tareas con mayor cuidado y empeño, pero si tu actitud es sobreprotectora o autoritaria, nunca logrará automotivarse, y siempre tendrás que estar tras él para que haga los deberes escolares. Hay muchos maestros que contribuyen a aumentar la angustia de los padres por su incapacidad para motivar a los niños en el aula, y dicen cosas terribles a los padres que no hacen más que afectar las relaciones con sus hijos. Ten mucho cuidado con esto, recuerda que la escuela es solo una parte de todo lo maravilloso que tu hijo puede llegar a ser, es muy importante que sea un buen estudiante, pero eso no lo define, es más importante que aprenda a relacionarse con los demás, que tenga una comunicación adecuada y afectiva con sus padres, que viva y se alimente de experiencias positivas en su día a día. Si permites que tu hijo se desarrolle plenamente según sus intereses y no los tuyos, verás como poco a poco logra mejorar si le brindas lo más importante que es tu cariño y tu comprensión, nunca está de más buscar un poco de orientación sobre estrategias o técnicas de estudio, pero nada mejor que conocer a tu hijo y descubrir por ustedes mismos que hay cosas mucho más importantes que una calificación, empieza por disfrutar la alegría y la magia en la sonrisa de tus hijos, tú y tu familia se lo merecen.

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